Para el conductor y el resto de usuarios de la vía, la seguridad es la máxima prioridad, y esta es automáticamente mucho mayor si el conductor siempre conoce la presión actual de sus neumáticos y puede confiar en recibir una advertencia inmediata si surge algún problema.

Para la sociedad en su conjunto, la ventaja radica en una reducción de las emisiones derivadas del consumo de combustible y del desgaste de los neumáticos, una reducción de los costes gracias a una mayor seguridad en la conducción y un menor impacto medioambiental general del tráfico, es decir, una reducción del CO2.

Como beneficio adicional, hay ahorros en el consumo de combustible y en el desgaste de los neumáticos; Esto ahorra dinero, por supuesto dependiendo del kilometraje anual.

Para la mayoría de las personas, el estilo de vida y la comodidad son igualmente importantes. Un TPMS elimina estas molestias: ahora es posible comprobar la presión de los neumáticos con solo un vistazo con el rabillo del ojo.