Coche, remolque, caravana.
Con frecuencia se pregunta cuándo el reglamento de la UE exigirá sistemas electrónicos de monitorización de la presión de los neumáticos. La respuesta es: para turismos de nueva matriculación y ciertas categorías de Sprinter a partir del 1 de noviembre de 2014. Esto también aplica a los neumáticos de invierno.
No hay necesidad de emocionarse.
El reglamento de la UE ha generado mucho entusiasmo, a pesar de que lleva años en vigor. El uso obligatorio de los sistemas electrónicos de monitorización de la presión de los neumáticos (TPMS) comenzó en EE. UU. bajo la presidencia de Clinton. Allí se descubrió que los neumáticos con presión controlada causan menos accidentes, consumen menos combustible, duran más y, en general, son más respetuosos con el medio ambiente. Entendemos que los conductores puedan oponerse al paternalismo, pero en el caso de la monitorización electrónica de la presión de los neumáticos, esto parece anticuado. Hoy en día, nadie comprueba manualmente la temperatura del refrigerante ni del aceite del motor, ni se molesta en medir el líquido de frenos ni el combustible. Estas tareas se delegan a sensores. La presión de los neumáticos también debería medirse directamente mediante sensores durante la conducción; de todos modos, esto no sería posible manualmente.
La presión de los neumáticos es importante durante la conducción.
Menos cuando se está parado en la gasolinera. Aunque revisar la presión de los neumáticos allí es obviamente mejor que no revisarla. Una de las ventajas de un monitor electrónico directo de presión de neumáticos es que avisa de cualquier cambio de presión o temperatura. La advertencia se emite mientras se conduce, lo que permite al conductor reaccionar y evitar una situación peor.
Los conductores tienen la opción
Incluso si un vehículo viene con un sistema de monitorización de la presión de los neumáticos instalado de fábrica, puede elegir el sistema que desee para medirla. Las diferencias son considerables. Un sistema indirecto basado en datos del ABS, por ejemplo, no mide la presión ni la temperatura de los neumáticos; solo mide la velocidad de las ruedas y avisa si cambia. Si ya tiene instalado un sistema de este tipo, debería instalar un sistema de medición directa, como TireMoni, para recibir datos directos de presión y temperatura del neumático. Incluso si el mantenimiento de los sensores internos es demasiado caro, ya que están soldados a las baterías y no se pueden instalar en los neumáticos de invierno/verano, o si conduce un coche que aún no tiene un sistema electrónico de monitorización de la presión de los neumáticos, le recomendamos TireMoni. Dependiendo del tamaño y el rango de medición, un sistema TireMoni cuesta entre 100 y 350 euros para cuatro o más ruedas con monitor y sensores, cuyas baterías puede cambiar usted mismo fácilmente.
¿Cómo puedo obtener un sistema TireMoni?
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